Enfermedades de la aorta y arterias miembros inferiores
Igual que las arterias coronarias y otras arterias del organismo, las arterias de los miembros inferiores tambien sufren del acúmulo de grasa en sus paredes en forma de placas o ateromas (aterosclerosis). De esta manera, con el paso del tiempo van obstruyéndose poco a poco hasta llegar a taparse por completo.
En este caso, los predisponentes son los mismos, es decir, el tabaquismo, la presión y el colesterol altos, la diabetes, el exceso de peso y el sedentarismo. Cuando las obstrucciones son severas (por encima del 70% de la luz de la arteria) empiezan a dar síntomas tales como dolores o calambres. Según el lugar de la obstrucción, los mismos pueden localizarse en los glúteos, en los muslos o en las piernas. Al principio, estos síntomas se producen al caminar y calman con el reposo, por eso se denominan “claudicación intermitente”.
Además, es posible que el paciente sienta frialdad de los dedos, que a veces se ponen azulados. En el exámen físico, el médico puede detectar, además, que los pulsos de las piernas se van perdiendo o desaparecen.
¿Cómo se trata?
A diferencia de otros territorios arteriales, no es necesario realizar una búsqueda obsesiva de obstrucciones arteriales en las piernas, excepto que el paciente relate síntomas, o que el médico encuentre alteraciones significativas. Cuando no los hay, no se ha demostrado que destapar las arterias o ponerles un bypass mejore los resultados del tratamiento médico con remedios y medidas generales.
En los casos que sí hay sintomas o signos de “isquemia” (la sangre con oxígeno no llega bien), la realización de un ecodoppler color de las piernas suele ser suficiente para evaluar el estado arterial. Si es necesario avanzar más aún en el diagnóstico, puede solicitarse un cateterismo o arteriografía invasiva.
Como dijimos, el tratamiento con medicamentos es muy bueno. Básicamente, hay que dejar de fumar, bajar el colesterol y la presión arterial, comer sano, hacer ejercicio, y controlar todos los factores de riesgo que corresponda.
Cuando hay síntomas que el tratamiento médico no puede controlar, puede indicarse una angioplastia de la arteria obstruida, que se realiza mediante catéteres, o bien una cirugía de bypass de la pierna. Ambos procedimientos suelen ser muy efectivos. Posteriormente, el paciente deberá continuar cuidando los predisponentes ya mencionados.
¡IMPORTANTE!
La gran mayoría de pacientes que sufren de esta enfermedad en las piernas, también sufren de aterosclerosis en las arterias del corazón (arterias coronarias) o del cuello (carótidas), que son las que realmente pueden originar complicaciones muy graves como el infarto de miocardio o el accidente cerebrovascular. Por este motivo, es necesario realizar una evaluación profunda de esos sectores también, y cuidarlos seriamente como describimos en otras notas.